Viaje por carretera desde Anchorage hasta el Parque Nacional Denali

¿Listo para una aventura épica en la «tierra del sol de medianoche»? Un viaje por carretera desde Anchorage hasta el Parque Nacional Denali es justo lo que necesitas. Aquí, el sol casi nunca se esconde en verano, las montañas parecen tocar el cielo y cada parada en la carretera ofrece algo espectacular. Te contamos cómo es este viaje, que mezcla paisajes impresionantes, fauna salvaje y ese toque único de Alaska.

Primera parada: Talkeetna, el pueblo que te sorprenderá

El viaje comienza en Anchorage, donde alquilas un coche y te diriges al pintoresco pueblo de Talkeetna, a unas dos horas hacia el norte. Aunque podrías pensar que no es mucho tiempo, en Alaska el día nunca termina en verano, ¡así que hay luz de sobra! El plan es relajarse en el Talkeetna Alaskan Lodge, un lugar que tiene unas vistas de infarto a la cordillera de Alaska, y si tienes suerte, el majestuoso monte Denali se asomará entre las nubes. No te preocupes si no lo ves a la primera, Denali es tímido, pero cuando se deja ver, es pura magia.

Talkeetna es pequeño, pero lleno de encanto. ¿Sabías que no tienen un alcalde humano? ¡Tienen un gato! Su nombre es Aurora, el tercer felino en ocupar el cargo. Además, el pueblo está repleto de restaurantes de temporada donde puedes probar delicias locales como salchichas de caribú y tacos de salmón. No te pierdas Homestead Kitchen, famoso por su hamburguesa y su sándwich de halibut.

Para los más aventureros, Talkeetna es el lugar perfecto para hacer un tour en avioneta sobrevolando el monte Denali. Empresas como K2 Aviation Talkeetna y Talkeetna Air Taxi ofrecen vuelos que te llevan a lo más alto o incluso aterrizan en un glaciar. Eso sí, todo depende del clima, así que ¡cruza los dedos!

De Talkeetna a Denali: Carretera, fauna y fotos únicas

Desde Talkeetna, continúas el viaje hacia el Parque Nacional Denali, que está a unas tres horas en coche. Aquí el paisaje es de otro mundo, con enormes montañas y ríos que te acompañan en cada kilómetro. No pierdas de vista la fauna salvaje. En esta ruta es común cruzarse con caribúes, alces y osos pardos. Cada curva del camino podría sorprenderte.

Una parada obligatoria es el Mirador Sur de Denali. Si no lograste ver la montaña en Talkeetna, este es otro buen punto de observación. Incluso si Denali se esconde, el paisaje que enmarca el río Susitna es digno de una postal.

Por el camino, te encontrarás con Igloo City, un gigantesco hotel en forma de iglú que nunca se terminó. Aunque abandonado, es perfecto para una foto artística en plena carretera.

Descubriendo la grandeza del Parque Nacional Denali

Cuando llegas a Denali, el verdadero viaje comienza. Este parque es naturaleza salvaje en su máxima expresión. Solo hay una carretera que atraviesa el parque y, después de unos 24 kilómetros, solo los autobuses lanzadera tienen permitido seguir adelante. El parque abarca más de 2.5 millones de hectáreas de paisajes increíbles: bosques, tundra, montañas y lagos. Y claro, hay animales por todas partes.

Para alojarte, las Denali Cabins son una opción excelente. Estas cabañas rústicas pero acogedoras están a solo 15 minutos de la entrada del parque, y ofrecen una sauna de madera y bañeras de hidromasaje, ideales para relajarse tras un día lleno de exploración.

Si eres fan del senderismo, Denali es un paraíso. Aunque muchos de los caminos son fuera de pista, con un GPS puedes aventurarte por donde quieras. El Horseshoe Lake Trail es una caminata de 3 millas alrededor de un lago de aguas cristalinas, ideal si prefieres una ruta marcada. Durante el recorrido, incluso puedes ver castores trabajando. Eso sí, ¡no olvides el spray para osos!

Anchorage: Una Parada Obligatoria

De vuelta a Anchorage, después de explorar Denali, esta ciudad no es solo un lugar de paso. Aunque es la ciudad más grande de Alaska, Anchorage tiene un aire de pueblo pequeño que te encantará. Puedes recorrer el centro en unas dos horas, pero para disfrutar de la naturaleza sin alejarte mucho, el Tony Knowles Coastal Trail es perfecto. Son 11 millas de sendero costero que comienzan en el centro y terminan en Kincaid Park, un lugar perfecto para estirar las piernas caminando, corriendo o en bicicleta.

¿Te animas a este roadtrip lleno de naturaleza, paisajes espectaculares y cultura local? ¡Prepárate para vivir un viaje inolvidable por Alaska!

Preguntas Frecuentes