3 Encantadores jardínes cerca de Roma: Bellos espacios verdes cerca de la ciudad
Roma es apodada la Ciudad Eterna, y con razón. Pero seamos realistas: tras varios días sorteando motos, respirando el aire de la gran urbe y dejándote envolver por su inagotable despliegue de arte, arquitectura y ruinas milenarias, es totalmente comprensible querer un respiro de tanta intensidad.
Si bien dentro de la capital abundan rincones verdes —como los encantadores parques de Villa Borghese, Villa Ada o Villa Doria Pamphili—, puede que te tiente la idea de desconectar un poco más allá, en entornos más tranquilos, ideales para un día de escapada fuera del ritmo romano.
Aquí están mis tres jardines renacentistas favoritos que se prestan a una maravillosa excursión de un día desde Roma.
Villa D’Este
Un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Tivoli
A solo media hora en coche desde la capital —o alrededor de una hora si prefieres viajar en autobús o tren— te espera Villa d’Este, un auténtico paraíso renacentista conocido por sus espectaculares jardines. Este lugar deslumbra con grutas encantadoras, fuentes que parecen salidas de un cuento y hasta un órgano hidráulico que suena con la fuerza del agua.
La villa fue mandada a construir por el cardenal Hipólito II de Este, como una forma de consuelo tras no lograr ser elegido papa. Aunque su construcción casi concluyó antes de su muerte en 1572, fue mucho después —ya en el siglo XX— cuando pasó a manos del Estado italiano, y en 2001 fue reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Además de explorar las elegantes salas del palacio, lo que realmente cautiva es el recorrido por los jardines. Están llenos de detalles asombrosos, como la sensual Fuente de Diana de Éfeso, decorada con esculturas clásicas que contrastan con el entorno religioso de sus antiguos dueños.
Uno de los momentos imperdibles es escuchar la Fuente del Órgano, que comienza su concierto acuático a las 10:30 a.m. y se repite cada dos horas. También destacan las Cien Fuentes —que en realidad son casi 300— y la encantadora Fuente del Búho, con aves mecánicas que emiten sonidos.
Villa d’Este es parcialmente accesible para personas con movilidad reducida gracias a un ascensor, aunque conviene tener precaución con los senderos mojados y de piedra.
Está abierta todos los días desde las 8:45 hasta las 19:45, excepto los lunes, cuando abre a las 14:00. Un dato útil: la entrada es gratuita el primer domingo de cada mes.
Parque de monstruos de Bomarzo
A los pies del pintoresco pueblo de Bomarzo, en lo alto de una colina, se encuentra uno de los rincones más insólitos y fascinantes del continente europeo. Fue en el siglo XVI cuando Vicino Orsini, príncipe de Bomarzo, dio vida a este jardín fantástico, al que llamaba con ternura su “humilde arboleda”. Allí recibía a nobles y altos prelados entre esculturas y fuentes que, en su época, ofrecían vistas espectaculares. Con el tiempo, el lugar cayó en el olvido, hasta que en los años 60 la familia Bettini decidió recuperarlo y abrirlo al público.
Hoy, quienes lo visitan pueden recorrer cómodamente sus senderos bien delimitados, que conducen a un universo de criaturas mitológicas, figuras colosales y seres surrealistas tallados en piedra volcánica. Es un paseo único entre esfinges, dioses, monstruos y gigantes, todo envuelto en un aire de leyenda y fantasía.
Uno de los rincones más curiosos del parque es una casita inclinada que desafía por completo tu equilibrio. Al entrar, sentirás que el suelo se desplaza bajo tus pies mientras intentas mantener el rumbo entre sus estrechas ventanas torcidas. El efecto es tan divertido como desconcertante, y te hará sentir dentro de un cuento de hadas o en una escena de Alicia en el País de las Maravillas. Consejo práctico: mejor llevar calzado cómodo con suela de goma.
Este lugar no solo es una obra de arte al aire libre, sino también una puerta de entrada a la imaginación. Ideal para una excursión de un día desde Roma, Bomarzo promete sorprender tanto a grandes como a pequeños.
Otro de mis favoritos es la cabeza de un ogro sonriente llamada la Boca del Infierno, con una versión del verso más conocido de Dante de la Divina Comedia escrita a su alrededor: «Lasciate ogni pensiero voi ch’entrate» («Abandonen toda preocupación todos los que entran»). Pero no desesperen. Al entrar en la Boca del Infierno, se encontrarán en una gruta, con bancos y una mesa de piedra donde podrán disfrutar de un picnic.
Este parque ha inspirado a numerosos escritores, músicos y pintores, incluido el pintor español Salvador Dalí, quien hizo un cortometraje sobre el parque y creó una pintura basada en él.
Ubicado a unos 105 kilómetros al norte de Roma, el misterioso Bosque Sagrado —también conocido como el Parque de los Monstruos— es fácilmente accesible en coche a través de la autopista A1. Si prefieres el transporte público, puedes tomar un tren directo desde Roma hasta la estación de Attigliano. Desde allí, hay algunos autobuses que, aunque poco frecuentes, conectan con el pueblo de Bomarzo.
Este singular parque permanece abierto todos los días del año, recibiendo visitantes desde las 9:00 de la mañana hasta el anochecer. El recinto está preparado para pasar una jornada completa en familia o con amigos, ya que cuenta con restaurante, cafetería, área de juegos infantiles y zonas acondicionadas para hacer picnic. Todo está pensado para que puedas relajarte y disfrutar de esta escapada mágica en plena naturaleza.
Villa Lante
Si has viajado a Bomarzo en coche, sin duda merece la pena el trayecto de 15 minutos adicionales hasta la cercana localidad de Bagnaia, donde descubrirás Villa Lante, votada en 2011 como el Parque Más Hermoso de Italia. Creada en la misma época que el Bosque Sagrado, Villa Lante conserva el mismo estilo, pero es mucho más refinada.
Villa Lante destaca por su diseño equilibrado, que transmite una sensación de paz capaz de reconfortar al viajero más agotado. Su construcción se inició en 1511 y, para 1566, el jardín ya lucía espléndido, decorado con numerosas fuentes y dos villas gemelas adornadas con frescos. Su dueño, el cardenal Gambara, incluso hizo construir un acueducto exclusivo para alimentar el sistema hidráulico del jardín. Para asegurarse de que los efectos acuáticos fueran impecables, confió la tarea al experto en ingeniería hidráulica Tomaso Chiruchi, quien supo integrar a la perfección los elementos de agua en el entorno.
Cualquier visitante encontrará estas obras hidráulicas, que siguen funcionando hasta el día de hoy, encantadoras y reconstituyentes. Me encanta pasear por este íntimo jardín, subiendo a la cima, donde la vista es magnífica. De camino, siempre me detengo en la Mensa del Cardinale (Mesa del Cardenal). No es difícil imaginar a los cardenales y obispos del siglo XVI cenando alrededor de esta larga mesa de piedra de peperino, acompañados por el sonido de un refrescante arroyo que corre por su centro para mantener frescas las frutas y verduras.
Dato extra para los fanáticos de The Young Pope: Villa Lante fue uno de los escenarios utilizados para recrear los jardines del Vaticano en la reconocida serie de televisión.
Al visitar estos jardines, recuerde que antaño fueron lugares de retiro exclusivos, abiertos solo a príncipes, líderes religiosos y nobles. Así que no olvide reconocer la especial síntesis de pensamiento intelectual y armonía artística de cada uno. Si bien estos jardines tuvieron en su día mucha más gravedad de la que les damos hoy, aún evocan nuestra profunda conexión con el mundo natural y nuestro deseo de crear algo bello e inspirador que armonice perfectamente con la naturaleza.
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